Presidente de la Corte Suprema:
En Concepción recordó que el tema «es una determinación del Poder Ejecutivo» y que no tiene influencia en este.
Dolmestch destacó que se construya la Corte de Apelaciones de Chillán, «que es un pedido a gritos, sobre todo ahora que es región y que sigue funcionando de allegado en un edificio público».
«Yo no lo he encontrado nunca mucho sentido al cierre de la cárcel de Punta Peuco». Con esas palabras, el presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, volvió a evidenciar ayer su postura contraria a un posible cierre del penal.
La máxima autoridad del Poder Judicial se había referido al tema el 11 de noviembre, cuando dijo que «¿si las cárceles están saturadas, si faltan cárceles, por qué cerrar una por razones solamente de orden político?» y luego el 4 de diciembre, ocasión en la que manifestó que la medida sería «una especie de promoción de algunas posiciones».
Ayer, en una visita a Concepción donde selló la entrega de los Tribunales de Justicia desde Bienes Nacionales al Poder Judicial, señaló que pese a los comentarios que dicen que los detenidos están mucho más cómodos en el lugar, «es una cárcel como cualquiera, yo la conozco completa, lo que pasa es que es más limpia, es mejor ambiente, pero eso depende de los inquilinos».
Para Dolmestch, «si fuera una necesidad material que la determinara Gendarmería, bueno, qué le voy a hacer yo, pero en general como lo percibo, o como creo que lo percibe el pueblo, es una especie de sanción y las sanciones ya están concluidas, el Estado ya no tiene facultades para seguir castigando».
Pese a su rechazo ante el posible cierre, aclaró que «es una determinación del Poder Ejecutivo y yo no tengo ninguna influencia ahí. Lo que el Poder Ejecutivo decida nosotros procedemos a su cumplimiento».
Horas más tarde, durante una actividad de entrega de terrenos para el nuevo centro de Justicia de Concepción, expresó que «me he atrevido a opinar en el sentido de que no le encuentro mucho sentido práctico a eso, es como una muestra que algunos entenderán y otros no, pero que conduce un poco a la confrontación».
El titular del máximo tribunal sentenció que el Estado tiene el deber de rehabilitar a la gente condenada y «esto de entrometerse en asuntos de sanción, de castigo o de maltrato, va en contra de la rehabilitación, por eso es que me atrevo a opinar».
En su visita a la VIII Región, Dolmestch asistió también a las ceremonias de inicio de obras de los nuevos centros de justicia de Tomé, en el Biobío, y de Chillán, la futura capital regional de la Región de Ñuble.
El primero albergará a los Tribunales de Familia y Letras junto al existente Juzgado de Garantía, mientras que el segundo tendrá más de 7 mil m {+2} de construcción.
CASTIGO
Para Dolmestch, el posible cierre «es una especie de sanción y las sanciones ya están concluidas, el Estado ya no tiene facultades para seguir castigando».