Por su parte, el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, le restó dramatismo a las diferencias con el Tribunal Constitucional.
Larraín afirmó al respecto que “un conflicto de esta naturaleza, una contienda de competencia de esta índole, es extraordinariamente delicada y grave, porque de alguna manera pone en cuestión nuestro ordenamiento institucional”, según consigna BioBioChile.
Por lo mismo, el titular de Justicia hizo un llamado “a ambas instituciones a que de común acuerdo busquen un camino de solución a esas diferencias que se han manifestado públicamente”.
No obstante, aclaró que el Ejecutivo se reserva “también el derecho, en su momento, de intervenir de una manera normativa. Es decir, propiciando reformas constitucionales, cambios a la ley orgánica o propiciando leyes que puedan, de alguna forma, contribuir a resolver esta situación si acaso no lo han hecho directamente ambas instituciones”.
Cabe recordar que esta misma jornada, el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, le restó dramatismo a las diferencias con el TC, sentenciando que “el problema consiste en una resolución de una de las salas de esta Corte y eso es todo lo que hay, no significa que la Corte como tribunal, comprometiéndose completamente en el tema, haya tomado una resolución que esté afectando al Tribunal Constitucional”.