El presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, confirmó que el pleno del máximo tribunal rechazó los recursos de reposición presentados por los ahora exjueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Marcelo Vásquez y Emilio Elgueta. Los ministros buscaban su última oportunidad para intentar evitar ser removidos del Poder Judicial con una solicitud de reconsideración. Respecto […]
Los ministros buscaban su última oportunidad para intentar evitar ser removidos del Poder Judicial con una solicitud de reconsideración.
Respecto del trabajo por recuperar la confianza en la institución, el juez Brito planteó que “no se trata de dar satisfacción a la opinión pública, pero ésta sin duda tendrá que valorar que se ha reaccionado ante estos hechos, con mucho pesar, por cierto (…), pero también de manera oportuna y con la importancia que tiene el asunto”.
“No se ha tratado de hechos menores”, sostuvo.
La decisión se tomó de forma unánime para el caso de Elgueta, mientras que en el de Vásquez sólo el juez Kunsemuller votó por acoger su recurso.
El lunes 26 de agosto el Pleno de la Corte Suprema decidió remover a los jueces Vásquez y Elgueta, quienes enfrentaron una investigación interna encabezada por la ministra Rosa María Maggi y donde se los sindicaba como autores de hechos de corrupción al interior del Poder Judicial en la región de O’Higgins.
En el caso de Elgueta, enfrentó el proceso por intervenir en un recurso de protección de Luis Arenas –médico hoy condenado por tráfico de psicotrópicos–, proporcionándole información de la causa; haberse comunicado con abogados y partes litigantes en siete causas; haber solicitado al fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, designar en cargos a su excónyuge y a una alumna; haber exigido la designación de una alumna en un cargo en el Primer Juzgado Civil de Rancagua mediante presiones, y haber requerido y aceptado un millón de pesos del juez de Garantía Gianni Libretti.
Durante los alegatos del cuaderno de remoción, su abogada, Tabata Recabarren negó y justificó cada uno de los cargos. Además, dedicó gran parte de su tiempo a criticar a Emiliano Arias y el también suspendido persecutor Sergio Moya, quienes testificaron contra su cliente en la investigación de Maggi.
Vásquez, en tanto, fue acusado de nombrar a su hija en un cargo dentro de un tribunal de su jurisdicción; aconsejar a Luis Arenas, a sabiendas del incumplimiento de una medida cautelar; y conformar una sala que no correspondía cuando se revisó el sobreseimiento definitivo de Sebastián Dávalos Bachelet en el Caso Caval. Su abogado, Isidro Solis, dijo que los hechos ya habían sido sancionados, por lo que no correspondía su remoción.
Fuente: biobiochile.cl