Presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, sobre la «Operación Huracán» y la confianza en la prueba que se proporciona al tribunal:
Hoy, el magistrado inaugurará el Año Judicial 2018, acto al que asistirán la Presidenta Michelle Bachelet y el Presidente electo, Sebastián Piñera. En su discurso, el ministro reiterará la necesidad de una reforma procesal civil y un nuevo Código Penal.
Unas semanas ajetreadas ha tenido el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito. Ayer, hasta último minuto, estuvo afinando los detalles de lo que será hoy su primer discurso en la inauguración del Año Judicial 2018.
En los últimos meses ha experimentado varios cambios en su carrera. El 8 de enero pasado asumió la presidencia del máximo tribunal, y ese día también dejó de integrar salas y fallar causas.
Brito, en su tono pausado, reconoce que sí es masón activo desde hace muchos años, porque continúa «valorando el pensamiento laico de esa perspectiva».
Tampoco se complica al hablar acerca de una de sus pasiones: el fútbol. Se reconoce hincha del Santiago Wanderers y también fue uno de los magistrados de la Corte Suprema que acompañaron a la selección en los partidos de la clasificatoria al mundial de Rusia.
Sobre su futuro a la hora de dejar la presidencia, en enero de 2020, dice: «Me iré a la sala donde haya cupo (ríe)».
-¿Cuáles serán las prioridades y el sello de su gestión?
-Lo que más me importa es que persista un desarrollo jurídico al interior del Poder Judicial. Es importante encontrar nuevas soluciones en el derecho, servirse de este conjunto objetivo que es el derecho, para la solución de los conflictos, y eso significa que es importante frente al derecho tener una posición de apertura, de interpretación, de sacarle un mayor provecho. Todos los sistemas de justicia deben intentar trabajar en este sentido. En todas partes del mundo se hacen esfuerzos para que el derecho sea más amplio, más coherente, que las interpretaciones parezcan a todas las personas más razonables. Esas son las condiciones que a mí me importa buscar.
-Históricamente se le ha vinculado más con una sensibilidad de centroizquierda. ¿Eso es así?
-No tengo problema con que se me califique, porque mi vinculación fuerte, en mi posición de juez, es el derecho. Y por cierto que lo veo como cosa básica. Pero si se cree que eso es un calificativo de lo que yo soy, es posible, no me incomoda en lo absoluto.
-¿Qué criterio debe tener un juez a la hora de interpretar las leyes?
-Lo importante es que el razonamiento del cuerpo cuando alcance el entendimiento sea expresado en las sentencias. Es fundamental que los pasos del razonamiento del tribunal sean accesibles, comprensibles. Hoy día se habla, incluso, que estén formulados en un leguaje claro, sencillo, porque el destinatario no es la academia. Eso es una cuestión fundamental.
-¿Pero cuál es el criterio de la interpretación?
-Los criterios están en la ley, son cuatro o cinco cosas que señala el Código Civil en los artículos 19 y siguientes. Está la incorporación del derecho internacional, está el tema del derecho convencional, y la doctrina de los autores y los tribunales que también orienta. Son cuestiones que permiten la predictibilidad de la resolución, que es una cuestión particularmente deseable.
-¿Qué rol cumplen los tratados internacionales en este sentido? ¿En ciertas ocasiones pueden ser prioritarios sobre la ley nacional?
-Los tratados internacionales los suscribe el Estado, y tienen el carácter de la ley. De tal suerte, que no es posible desentenderse del contenido de los tratados, hay compromisos del Estado de obrar de una determinada manera, y eso es el sentido básico.
-Si se produce un conflicto en esta materia, ¿quién debe resolverlo? ¿La Corte Suprema o el Tribunal Constitucional?
-Depende de la acción de que se trate, si se está en la acción de inaplicabilidad, por cierto que es el Tribunal Constitucional. Si se está en una situación de resolver la aplicación de normas en relación con una causa determinada, por cierto que es el juez, en el grado que sea; por eso que depende de las circunstancias.
Cárceles: «No es una situación que pueda observarse desde la pasividad»
-La semana pasada se dio a conocer un informe de la Fiscalía Judicial de la Corte Suprema que habla de las condiciones que existen en las cárceles. ¿Qué le parece que en 15 años no se haya avanzado en esta materia?
-Esperamos que se produzca una reacción. Confiamos en que la sociedad, la ciudadanía, las personas entiendan este problema, que tengan una mirada que converja con la nuestra y con la de los operadores dentro del sistema de justicia, y buscar una solución en el corto plazo. No es una situación que pueda observarse con tranquilidad desde la pasividad.
-¿Qué hará la Corte Suprema en esta materia?
-Vamos a conversar con otros órganos del Estado, a motivarlos a mostrar preocupación en esto, que no se olvide.
-¿Ha habido conversaciones al respecto?
-No las ha habido, porque hemos estado en otras cosas. Pero evidentemente es una cuestión que tiene que hacerse en los próximos días, después del discurso.
-El Gobierno explicó que la mayor parte de las observaciones que hacen están resueltas con un nuevo reglamento penitenciario, cuyo decreto está en Contraloría para la toma de razón.
-No conozco el decreto y no lo he conversado con el ministro de Justicia. Pero entiendo que el decreto significa que hay una preocupación que se está plasmando en este momento, y eso es positivo.
«Es fundamental la dirección de los fiscales en una investigación policial»
-Usted fue uno de los que contribuyeron a la Reforma Procesal Penal. ¿Cómo la evalúa?
-La cuenta final de la Reforma Procesal Penal es positiva, porque es un sistema en que las decisiones son mayormente razonadas. El contacto de las partes es con el tribunal y no a través de una inmediación de un tercero. Los controles dentro del proceso que ejercen las partes son preventivos. Cuando los abogados comparecen ante el juez y discuten lo que se va hacer a través de una simple conversación, lo que se está haciendo es prevenir una resolución que contraríe los intereses de las partes. Si miramos las Cortes de Apelaciones, que resolvían un sinnúmero de asuntos, hoy tienen más tiempo para resolver con calma unas variadas cuestiones. En ese sentido, es muy importante la reforma.
-¿Le haría alguna modificación?
-Entiendo que las cosas tienen que ser permanentemente observadas y con la posibilidad de la corrección. ¡Que habrá cosas que corregir, sí, seguramente las hay!
-¿Cuáles?
-En este momento no se me viene a la cabeza qué corregir. Pero la forma inteligente es tener una actitud crítica del proceso. Hay que observar, ver resultados, hay que recoger opiniones y de esa manera es posible mantener un cuerpo legal en vigor.
-¿Cómo ha observado el conflicto entre la fiscalía y Carabineros por el caso «Operación Huracán»?
-Desde la perspectiva del proceso es un cuestionamiento de la prueba que indudablemente tiene que llamar la atención. La prueba es vital para las resoluciones. La confianza que hay que tener acerca de la prueba que se proporciona al tribunal es una condición exigible en toda circunstancia. Lo que se resuelva jurisdiccionalmente respecto de este asunto tiene muchísima importancia. Esa es la realidad que a nosotros nos preocupa.
-¿Qué medidas debieran implementarse para evitar este tipo de situaciones?
-Eso es un tema de eficiencia de las policías. Es un tema que deriva también de las relaciones que establezcan los fiscales en cada caso. Es fundamental la dirección de los fiscales en una investigación policial; es posiblemente uno de los puntos críticos. Precisamente, la reforma quiso que el carácter jurídico de la pesquisa predominara. De allí, que los fiscales tienen la obligación de relacionarse con los policías, que en esto son unos especialistas; pero sujetos a las instrucciones generales y particulares del Ministerio Público.
-Actualmente existe un debate respecto del rol que cumple Carabineros frente al delito. Mientras algunos postulan que se enfoque solo a la prevención, otros estiman que debe mantener la facultad investigativa. ¿Cuál es su visión en esta materia?
-Es la discusión y el debate pendiente, en curso. Habrá que alcanzar un punto medio, pero evidentemente hay dos cuerpos policiales que se dedican fundamentalmente a cosas distintas. Investigaciones es fundamentalmente investigativo, y Carabineros, también es una entidad que investiga, pero fundamentalmente se la ve como preventiva.
-¿Cuál es el punto medio para que los actores logren ponerse de acuerdo?
-Eso habrá que buscar. Es cosa de que se trabaje sobre eso.
-El nuevo intendente de La Araucanía dijo que buscará «restablecer el imperio del Estado de Derecho» en la región. ¿Qué opina usted de esta declaración?
-Es una forma en la que el intendente ve lo que habrá que hacer. Es una comprensión que, en fin, él ha señalado. Pero es su comprensión personal.
-¿Y la suya?
-Creo que el Estado de Derecho tiene las herramientas suficientes que a nosotros debe hacernos pensar que es posible la tranquilidad.
-¿En la Región de La Araucanía?
-En todos los lados.
Punta Peuco: «No soy partidario de que las personas vivan una situación de sufrimiento injustificado»
-¿Qué opina de la eliminación del indulto presidencial para casos de violaciones a los derechos humanos, como establece un proyecto de ley del Gobierno?
-Lo que ocurre frente a ese tema es que los mecanismos que existen no son actuales. Lo que se necesita es un mecanismo posterior a la sentencia, mecanismos de cumplimiento, de control jurisdiccional, acerca del cumplimiento de la pena, y esa es la forma como es posible enfrentarse de una manera mucho más razonable a esto.
-¿Es partidario de que los enfermos terminales o enfermos mentales condenados en Punta Peuco tengan una pena sustitutiva de arresto domiciliario?
-Es posible concebir otras formas de solución. De lo que yo no soy partidario, en ningún caso, es que las personas vivan una situación de sufrimiento injustificado. Por cierto que hay que tener una preocupación a ese respecto. Y sobre todo, es preciso ocuparse de cuestiones de esta clase, pero ello pasa por los mecanismos con que se hacen.
-A los condenados se les podría exigir información o el arrepentimiento para acceder a beneficios. ¿Eso debería aplicarse a los enfermos terminales?
-Ese es un proyecto en actual tramitación y está siendo debatido en el Congreso en estos momentos. La corte tiene muchas veces una opinión que dar en estas materias, y en ese sentido es mejor esperar el pronunciamiento.
-¿Está de acuerdo con el cierre del penal?
-Lo he dicho varias veces, no puedo dar sugerencias más allá de lo que corresponde. No debo opinar sobre cuestiones que están resolviendo otras magistraturas.
Sello de gestión
»En todas partes del mundo se hacen esfuerzos para que el derecho sea más amplio, más coherente, que las interpretaciones parezcan a todas las personas
más razonables. Esas son las condiciones que a mí me importa buscar».
Sensibilidad de centroizquierda
»Mi posición de juez es el derecho. Y por cierto que lo veo como cosa básica. Pero si se cree que eso es un calificativo de lo que yo soy, es posible, no me incomoda
en lo absoluto».