En tercer lugar, se profundiza en lo que podríamos señalar la tesis central de la decisión: que toda resolución judicial debe ser debidamente motivada; lo que se satisface «explicitando con precisión, las razones fácticas y jurídicas en el que se apoya el dictamen, con el propósito de que los intervinientes se impongan adecuadamente del proceso reflexivo que condujo al juzgador a resolver en un determinado sentido». (c, 4°).