Ministro de Justicia, Hernán Larraín.
Adelanta el estudio de un sistema para designar a los magistrados: un órgano de alta dirección pública especializado que privilegie los méritos de los postulantes. El mecanismo también se aplicaría a los notarios.
No han sido horas fáciles para el ministro de Justicia, Hernán Larraín. Sus palabras del sábado pasado en Punta de Tralca, en el cierre del congreso programático de la UDI -su partido-, levantaron una polémica que no esperaba enfrentar.
Sus expresiones, como «la mayoría de los jueces son de izquierda», más que incomodaron al Poder Judicial y la Asociación de Magistrados, y así se lo hicieron ver públicamente.
-¿Cuáles son los cambios que quiere introducir en el sistema?
-Lo estamos diseñando. Pero lo que a mí me gustaría tener es una especie de ADP (Alta Dirección Pública) judicial, que también podría ser notarial. Es decir, una especie de órgano de alta dirección pública especializado en esta materia, que permita reducir la discrecionalidad y formar ternas que sean claras, objetivas y que eviten cualquier flanco de controversia.
-El presidente del Consejo para la Transparencia dijo que debe ser «de cara a la ciudadanía y sin ningún prejuicio». ¿Cómo recibe la sugerencia?
-Me alegro de oír eso, porque precisamente lo que yo estoy reclamando es transparencia, publicidad y que, por cierto, quienes sean elegidos sean los mejores. Invito a quienes, desde la oposición política han manifestado críticas, a que dejen de lado lo secundario y entremos a lo principal, que es mejorar la calidad de nuestros jueces.
«Elegir realmente al mejor»
-¿En qué se basó para decir que la mayoría de los jueces son de izquierda?
-Lo que estaba haciendo era un análisis de la forma como se hacen los nombramiento de los jueces. Por su factura, esta tiene una amplia discrecionalidad. Como ministro, me ha tocado en estos días designar a jueces y me llegan ternas de las cortes de Apelaciones de las cuales no tengo todos los antecedentes que debería. Por eso hemos diseñado un mecanismo para investigar al máximo posible a los jueces para poder elegir realmente al mejor, al que encabece la terna. Probablemente también ocurre lo propio en la Corte de Apelaciones, dejando espacios de discrecionalidad. Y dije que estos espacios de discrecionalidad favorecen el ‘amiguismo’ y también a consideraciones políticas.
«Y lo he dicho desde el primer día: no queremos jueces ni de izquierda ni de derecha; queremos buenos jueces, que fallen en conformidad a la Constitución y las leyes, conforme a su conciencia, y que ello sea con independencia de las posturas políticas que puedan tener».
-El vocero de la Corte Suprema dijo que sus palabras representan un «profundo retroceso» en las relaciones con el Ministerio de Justicia. ¿Está de acuerdo?
-Para nada. Hemos trabajado muy leal y honestamente. Estas consideraciones se las hice yo al Pleno y en las dos oportunidades en que nos hemos reunido con el presidente de la Corte Suprema (Haroldo Brito). No hay ninguna modificación a nuestras relaciones, porque todos los ministros de la Corte Suprema saben del profundo respeto que el Gobierno y el ministro de Justicia le tienen al Poder Judicial. Mis expresiones se han referido a los nombramientos, no a los fallos judiciales. Aquí hay una plena manifestación de autonomía y la decisión es cambiar solamente el sistema de nombramiento de jueces para asegurar, precisamente, la meritocracia.
-Pero el ministro Juica dijo que advierten «un dejo de amenaza» respecto de la conducta que va a tener su ministerio con relación a los nombramientos…
-No es así. No hay ningún antecedente que le permita al ministro Juica decir algo de esa naturaleza. Yo invito al ministro a algo distinto: a que trabajemos juntos y cómo mejoramos el mecanismo de designación de los jueces, que es lo único que yo he levantado como inquietud.
-El presidente de la Asociación de Magistrados también reaccionó…
-Él ha dicho, y lo cito textual, «nosotros estamos completamente insatisfechos con el sistema de nombramientos. Por eso la coincidencia con el ministro en este punto». Y agrega: «Nosotros creemos que el sistema debe ser extraído, sacado de la intervención que tienen las cortes de Apelaciones, la Corte Suprema y el propio Ministerio de Justicia». ¿Qué puede ser más claro respecto de lo que está pasando, que tenemos un mal sistema de nombramiento de jueces, que se presta para la discrecionalidad, y, por lo tanto, abre flancos? En esta materia, no deberían existir. Asumo las críticas con toda humildad y respeto, pero creo que esta es una buena oportunidad para dar relieve a que es necesario un cambio del mecanismo.
-Pero el presidente de los magistrados también mencionó que sus palabras «lesionan en buena medida la credibilidad de la magistratura»…
-Lamento que se pueda interpretar así, porque está lejos de mi intención. Lo que tenemos que hacer es evitar que la judicatura, precisamente, pueda verse cuestionada en su independencia y autonomía por un mal sistema de nombramientos. Eso es lo que tenemos que corregir.
«Hemos tenido una buena relación» con el presidente de la Suprema
-A la luz de lo ocurrido, ¿cree que pudo haber matizado sus palabras?
-Lo que pasa es que -y no lo digo como excusa- donde dije esto fue en el contexto de una actividad privada, de una reunión política. Yo estaba invitado a exponer y me sentía libre de la carga institucional. Y en la forma como fue expresada en la prensa, entiendo los comentarios y reacciones que ha generado.
-¿Cómo es su relación con el presidente de la Corte Suprema?
-Hemos tenido una buena relación. El domingo, una vez que vi la publicación en la prensa, lo primero que hice fue llamarlo. Y también lo hice con el presidente de la Asociación de Magistrados, porque me parecía importante explicarles lo que había dicho y cuál es el alcance exacto de mis palabras. Y sobre todo, lo que creía yo, como ministro de Justicia, que deberíamos trabajar.
«AMIGOS» Y POLÍTICA
»Dije que estos espacios de discrecionalidad favorecen al ‘amiguismo’ y también a consideraciones políticas».
RELACIÓN CON LA SUPREMA
»El domingo, una vez que vi la publicación en la prensa, lo primero que hice fue llamarlo (al presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito)».
DICHOS DEL MINISTRO JUICA
»No hay ningún antecedente que le permita al ministro Juica decir algo de esa naturaleza (dejo de amenaza). Yo invito al ministro a algo distinto: a que trabajemos juntos y cómo mejoramos el mecanismo de designación de los jueces».
Justicia fortalece planes de reinserción de reos
Gendarmería tendrá un papel clave en la reinserción de condenados, colocando esta tarea como una de las principales de su gestión, más allá de su labor de custodia, dijo ayer el ministro Hernán Larraín. Y la propuesta elegida es el denominado Espacio Mandela, un modelo de intervención integral para la primera inserción o reinserción social de personas privadas de libertad con alto compromiso delictual y nula o mínima intervención previa que se lleva a cabo en la ex Penitenciaría, a cargo de la Capellanía Católica de Gendarmería, que dirige el padre Luis Roblero.
Es un lugar donde los internos reciben capacitación y apoyo psicológico y aprenden un oficio, donde hoy están presentes cuatro empresas privadas. La idea es replicar este modelo, con un seguimiento pospenitenciario para buscarles empleo y apoyarlos durante los primeros meses de libertad y así evitar su reincidencia, explicó ayer el secretario de Estado. En la actividad estuvo junto a los subsecretarios de Justicia, Juan José Ossa, y de DD.HH., Lorena Recabarren, y la directora de Gendarmería, Claudia Bendeck.